Jisbil spak’bal na (manchas urbanas) es una recopilación de obras que invita a disfrutar la exploración artística de Dyg’nojoch [Yabteclum, Ch’enalho, 1989, y nativo de Jobel (San Cristóbal de las Casas)].

¿Qué podría germinar en un territorio recubierto con cemento como lo es la ciudad? Murales del muy reconocido Dyg’nojoch, quien ha sido y es un líder del movimiento de arte urbano en Chiapas y dónde ha grafiteado (con todo orgullo): Oaxaca, Ciudad de México, Torreón, Puebla, Islas Mujeres y Guatemala.

En estas calles donde transita, comercia y convive la población, está el sustrato donde brotan sus murales, espacio que reivindica la presencia y resistencia indígena, pero también el de las voces marginadas y desplazadas de los recintos culturales.

 “Jis” – la raíz de tasajear, cortar, rayar, en Tsotsil – tiene especial afinidad en la obra de Dygno’ joch: sus pinturas, más que pinceladas son incisiones, que transgreden la pulcritud de los colores que decoran las fachadas de este “pueblo mágico”, como estandarte de la polifonía de identidades que conviven en la ciudad, donde se aprecian los productos indígenas… y todavía se discriminan las personas que las crean.

El artista como parte de la población indígena que habita en un espacio urbano ha tomado y resignificado el grafiti, tapizando barrios con imágenes que refieren al conocimiento y estilo de vida indígena, la ciudad es su lienzo. Su práctica se fortalece con su experiencia colectiva. Ejemplo de ello es el festival GAM (Grafiti-arte-mural) que se realiza en la zona norte de la ciudad, donde Dygno’joch es fundador y promotor principal.

Su obra es de carácter multidisciplinario desde el dominio de técnicas con colores a base de tierra a lo neón, de lo hecho a mano a lo digital, del clásico lienzo a impregnar su obra en la pared, pasando del lápiz al aerosol. La esencia de su obra siempre dialoga entre lo rural y lo urbano, haciendo referencia al pasado y cuestionando el presente (desafiando lo establecido cuando es necesario).

Esta selección de cuadros y obras de los últimos años demuestra un estilo perfeccionado basado en el plumaje clásico maya con la profundidad y el sentido del humor de un creador transgrevio/generoso redifiniendo el ser y la expresión de los pueblos originarios posmodernos en plena reinvención.